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domingo, 29 de junio de 2014
La Nueva Diplomacia Digital
Por Alejandra Liriano
La Diplomacia de Redes ha adquirido relevancia en el debate de las relaciones internacionales en la segunda década de este siglo XXI. Se trata de un proceso que va transformando la diplomacia clásica, sus características, sus valores y formas emanadas de la Convención de Viena sobre Relaciones Diplomáticas de 1961 hacia una diplomacia con actores, contenidos, medios, tiempo e intensidad diferentes, propios del mundo globalizado, posmoderno y posindustrial. Esta diplomacia que camina a la par con la diplomacia tradicional jerarquizada, dota a esta última de un renovado dinamismo.
La globalización y transnacionalización permitida por las tecnologías de comunicación e información han acercado el mundo y su manera de relacionarse. La diplomacia contemporánea no escapa a la influencia de estos procesos de comunicación y gestión transnacional de la información. Los acontecimientos traspasan fronteras, inicialmente en los medios televisivos y hoy a través de las redes sociales que convierten a ciudadanos en actores activos que inciden en la comunidad internacional. Así, nos encontramos ante una nueva manera de conducir la acción exterior de los estados: la diplomacia de redes y la diplomacia digital.
Esta nueva Diplomacia se refiere a la capacidad de la política exterior de integrar un vasto número de actores a través de las nuevas tecnologías, que democratice los procesos de decisión, y asegure una interlocución y entendimiento de los ciudadanos sobre las razones que están a la base de las decisiones y los objetivos nacionales que le sirven de sostén. Se trata de la construcción de consensos que incluyen la sociedad, y sus principales fuerzas sociales en las decisiones y negociaciones que el país lleva en sus relaciones internacionales.
En este debate hay tres conceptos que parecen situarse en el mismo nivel de análisis, pero tienen implicaciones diferentes para el ejercicio diplomático: diplomacia pública, diplomacia de redes y diplomacia digital. La diplomacia pública refiere a una actitud de transparencia, apertura y escucha de los intereses múltiples de la sociedad. La diplomacia en redes que implica la utilización efectiva de los medios entre los funcionarios diplomáticos y otros actores estatales; y la diplomacia digital, que destaca no sólo los medios para su realización, sino también las múltiples influencias que la interacción digital de los diplomáticos puede generar en un sistema tradicionalmente jerarquizado como es el de la representación, la negociación y la protección diplomática.
La diplomacia digital tiene lugar en un ambiente marcado por la complejidad. Nuevos actores, métodos y temas forman parte de este escenario global complejo. El Estado va dejando de ser el único actor de las relaciones internacionales, como lo fue a partir de la Paz de Westphalia para abrir espacio a la participación de amplios sectores de la población, sector privado nacional, corporaciones y empresas transnacionales, organizaciones no gubernamentales y organismos internacionales. Con la utilización masiva de las redes la diplomacia digital llega a sectores no corporativos ni especializados, sino a toda la población.
La Diplomacia vive así un cambio de época. Al cambiar los actores, cambia la propia dinámica en la que ellos se articulan en el tiempo y en el espacio. Por ello, la política exterior deberá ser capaz de generar iniciativas dirigidas a informar, influir, participar y atender a los ciudadanos a través del ambiente digital. Llegar a los ciudadanos constituye un imperativo pues cada vez mas contamos con bienes públicos que trascienden las fronteras nacionales y se convierten en bienes públicos globales. La gobernanza, la lucha contra la pobreza y los efectos del cambio climático, la corrupción y la transparencia en la gestión publica, la seguridad son parte de un dominio mundial que pertenece a la humanidad y no a un país en particular.
A nivel interno, la diplomacia se enfrenta también a la dispersión y fragmentación que supone la permanente creación de actores institucionales internos que participan internacionalmente. Estos establecen estrategias, definen cursos de acción y negocian acuerdos con Estados y organismos internacionales que comprometen la responsabilidad internacional del país. En el marco de la diplomacia tradicional, estas acciones sólo podían y debían ser realizadas a través de los órganos de política exterior, el Ministerio de Relaciones Exteriores y el servicio exterior.
La diplomacia en redes también debería permitir la coordinación necesaria, coherente y efectiva entre las propias instancias estatales que deben establecer consensos nacionales a ser llevados a foros y conferencias internacionales, e informar a la sociedad. Consideramos pues que esta nueva diplomacia ofrece un espacio novedoso y cada vez más relevante de renovación, por la vía de la democratización de la diplomacia tradicional.Fuetne Diario Libre RD. 29 de Junio 2014. La autora es Viceministro de politica exteior de la República Dominicana.
miércoles, 25 de junio de 2014
Cumbre del SICA que inicia viernes es debut para algunos de los presidentes
SANTO DOMINGO.- Varios de los presidentes que participarán en la XLIII Cumbre Ordinaria de Jefes de Estado y de Gobierno del Sistema de la Integración Centroamericana (Sica), tendrán su primera experiencia en un cónclave de tal importancia regional, según informó hoy la Presidencia.
Se trata de los recién posesionados presidentes Luis Guillermo Solís, de Costa Rica; Juan Orlando Hernández, de Honduras, y Salvador Sánchez Cerén, de El Salvador, quienes asumieron sus cargos este mismo año, por lo que serán debutantes en la Cumbre del Sica.
Por el contrario, para el presidente de Panamá, Ricardo Martinelli, la Cumbre constituye una suerte de despedida, debido a que el próximo martes primero de julio entregará el poder a su sucesor.
Junto a todos ellos y a los demás presidentes centroamericanos que asisten a la cita, estará el presidente Danilo Medina como anfitrión, quien al desempeñar la presidencia temporal (seis meses) del Sica ha sido reconocido por el liderazgo, firmeza y capacidad de diálogo con que ha procurado el acercamiento entre las naciones hermanas de la región.
El presidente Medina abrirá la agenda oficial de este viernes, cuando a las 10:15 de la mañana inicie la Cumbre, que constituye una jornada de impacto positivo para la concertación de los países miembros del Sica.
El primer ministro de Belice, Dean Barrow, quien recibirá de parte del presidente Danilo Medina la presidencia pro-témpore del Sistema de la Integración Centroamericana (Sica), llegó al país el recién pasado lunes, en vuelo comercial por el Aeropuerto Internacional de las Américas.
Los presidentes de los países miembros de pleno derecho del organismo, Otto Fernando Pérez Molina, de Guatemala; Luis Guillermo Solís Rivera, de Costa Rica; Salvador Sánchez Cerén, de El Salvador; Juan Orlando Hernández, de Honduras; Ricardo Martinelli, de Panamá y Daniel Ortega, de Nicaragua, arribarán este jueves 26 en horas distintas, por el Aeropuerto Internacional de Punta Cana.
Previo al inicio formal de la Cumbre, que se extiende desde las 10:15 de la mañana hasta la 1:00 de la tarde del viernes, habrá a las 9:00 un encuentro de los jefes de Estado y de Gobierno de los países con membresía, con representantes de la Federación de Entidades Privadas de Centroamérica, Panamá y República Dominicana (FEDEPRICAP).
De 1:00 a 1:15 de la tarde se realzará la foto oficial de los Jefes de Estado y de Gobierno de los países miembros del Sica.
A partir de la 1:15, hasta las 3:00 de la tarde habrá un retiro privado de los presidentes, seguido por un almuerzo ofrecido por el presidente Danilo Medina, en honor a los jefes de Estado y Gobierno asistentes al cónclave.
Para las 3:00 de la tarde está previsto el acto de clausura de la Cumbre, en el cual se producirá el traspaso de la Presidencia Pro Témpore a Belice, así como la adopción de los documentos finales y declaración suscrita para la jornada.
Junto a los primeros mandatarios y jefes de Gobierno y las delegaciones internacionales que participarán en los trabajos del SICA, estará el secretario general de la Organización de Estados Americanos (OEA), José Miguel Insulza.
Igualmente, se espera la participación de observadores regionales y extra regionales, de los Estados Unidos, la Unión Europea y Taiwán.EFE
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Obama cae en sondeos, desaprueban política externa
NUEVA YORK, 24 (ANSA) - La mayoría de los ciudadanos estadounidenses, 6 de cada 10, rechaza la política exterior del presidente Barack Obama, de acuerdo a un sondeo que dio a conocer ayer el New York Times y la cadena CBS.
Según la encuesta, el 58 por ciento no aprueba el modo de administrar la política exterior del actual gobierno demócrata. Se trata de un 10 por ciento más que el mes pasado.
Es, además, el menor porcentaje de aprobación a la política gubernamental desde que Obama asumió el cargo en Washington DC en enero de 2009.
El 52 por ciento de los ciudadanos interpelados por el Times y CBS rechaza en particular el modo en que Obama está gestionando la actual situación en Irak.
Por otro lado, un sondeo que dio a conocer hoy la ABC News/Washington Post, sobre la política respecto de Irak, subrayó aún más la desaprobación popular hacia el accionar de la Casa Blanca.
Siete de cada 10 estadounidenses se oponen al envío de tropas terrestres para combatir contra los insurgentes sunnitas en ese país. Si bien Obama tomó la decisión de no enviar tropas de combate a Irak, la ciudadanía en general no cree que esa medida se vaya a mantener por mucho tiempo más.
El 52 por ciento desaprueba la forma en que Obama administra en general la política exterior.
Cuando Obama anunció en 2011 el retiro de tropas de Irak, el 78 por ciento de la ciudadanía le dio su apoyo. El alto costo de la guerra frente a los pobres beneficios influyeron en esa postura.
El sondeo puso de manifiesto el nivel de partidismo en las calificaciones: el 73 por ciento de los demócratas aprueba el manejo de la crisis, mientras que el 84 por ciento de los republicanos y el 54 por ciento de los independientes lo desaprueban.
Obama aseguró hace unos días que la confianza que su gobierno depositó en el de Bagdad se "rompió", y advirtió de que no seguirá adelante con su asistencia militar.
La Casa Blanca reclama que el gobierno chiíta integre al país a los sunnitas y a los kurdos dentro del proceso político.
"Dimos a Irak la oportunidad de tener una democracia inclusiva, de unir las líneas sectarias en el país y proporcionar un futuro mejor para sus hijos", expresó el mandatario. "Y desgraciadamente, lo que hemos visto es que la confianza se ha roto", enfatizó. YFA-AGR/MRZ
24/06/2014 21:26
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miércoles, 18 de junio de 2014
Juan Carlos I concluye su reinado
Felipe VI hereda la Corona con la que España recuperó su democracia.
El Monarca es proclamado mañana jueves ante las Cortes en un país duramente golpeado por la crisis.
Con la cesión simbólica de su sillón a don Felipe y la promulgación de la ley de abdicación, don Juan Carlos dio por finalizados casi 39 años de reinado y transfirió definitivamente a su hijo la Corona que ha participado en la recuperación de la democracia en España, pero que también ha vivido graves escándalos en los últimos años. La emoción alumbró en el rostro de quien vivía su último día como rey y que cede a su hijo el legado de recuperar el prestigio de la monarquía.
A lo largo de la jornada de este jueves, la figura del nuevo rey eclipsará a la de don Juan Carlos, gran ausente de la ceremonia de proclamación prevista en el Congreso y de la recepción posterior en el palacio real. Una decisión que fuentes de la Casa del Rey aseguran que ha tomado el propio don Juan Carlos para dar todo el protagonismo a quien ya es rey de España, con todas las consecuencias.
Empujado en solitario al primer plano del escenario, Felipe VI tiene por delante el reto de ganarse a las generaciones que desconocen cuál fue la contribución de su padre a la democracia, y también a los que, aun sabiéndolo, discuten ese balance o lo ven tan manchado por los desbarajustes políticos y económicos del último decenio que defienden un cambio de régimen para abrirse a la opción republicana.
De Isabel II dicen en su país que es el mascarón de proa, la encarnación humana de la nación. No puede decirse tanto de los reyes españoles, pero sí que una tarea esencial del nuevo monarca es la de trabajar para mantener la unión de los españoles. También de aquellos —que no son pocos— que se apuntan a la recuperación de la República. Sin embargo, el hecho indiscutible es que fue un rey el que impulsó la transformación de la dictadura en democracia.
No es cuestión de que el nuevo monarca se cale el casco y tome lanza y adarga para continuar librando el combate de la democracia, como hizo su padre. Porque la democracia, aun deteriorada, existe, tiene sus reglas y se mantiene en pleno funcionamiento. Es verdad que la sociedad española duda de sus instituciones, cuestiona el sistema que le ha llevado a ver interrumpida su prosperidad económica y se ha instalado una crisis de caballo entre lo que —por resumir—, se puede describir como el pueblo y la élite. Este es el peligroso filo en que don Felipe inicia sus funciones, y también lo que resta emoción popular a un acto doblemente histórico, porque no solo es el primer cambio de jefe de Estado bajo la Constitución de 1978, sino la transferencia de la Corona en vida del monarca precedente. Por eso se escrutarán todos los detalles del primer discurso de Felipe VI, sabiendo que el rey no es el portavoz del Gobierno pero, también, que las palabras del monarca tampoco reflejarán necesariamente opiniones personales.
Aunque la situación heredada por don Felipe no sea la mejor, nadie puede negar que el nuevo reinado comienza en una situación económica, social y política mucho mejor que la del tiempo en que don Juan Carlos inició su trabajo, cuando se reprimía el ejercicio de todas las libertades cívicas y solo estaba permitido un partido único, el Movimiento Nacional; de forma que se torturaba y encarcelaba a ciudadanos por formar parte de cualquier otro, tanto si era cierto como si se trataba de meras sospechas de la policía de la época. Tampoco la riqueza de los españoles tiene un remoto parecido con la del final de los años setenta, pese a la reducción que ha sufrido en tiempos recientes. España es hoy un país completamente integrado en Europa y por más que se discuta el papel de la UE en la gestión de la crisis económica, la España de finales de los años setenta era un país políticamente aislado del viejo continente. Tampoco son comparables las amenazas terroristas de hogaño con los asesinatos y matanzas de ETA a lo largo de tantos años.
Nada de cuanto ocurrió ayer y sucederá hoy cambia el sistema político. Los que esperan mucho más se han quedado en la nostalgia del tiempo en que don Juan Carlos disponía de poderes absolutos, se arriesgaba a destituir al presidente del Gobierno (Carlos Arias Navarro) y nombraba a un desconocido (Adolfo Suárez) prácticamente de un día para otro. Eso fue cuando el Rey usaba sus poderes para, precisamente, renunciar a ellos, tal como establecieron las Cortes al elaborar la Constitución.
Al Rey no se le puede presionar en cualquier sentido, menos aún provocarle para que abra una crisis con el Gobierno emanado de las urnas, como Artur Mas sugiere que debería hacer para inclinar la balanza hacia el referéndum soberanista del 9 de noviembre. Tampoco tiene sentido la tentación de descargar sobre Felipe VI la responsabilidad de encauzar el independentismo. Todo eso es ignorar que la Constitución atribuye al rey la capacidad de arbitrar y moderar.
El problema de fondo es que los resultados de los últimos ejercicios políticos han sido malos. Millones de personas se han ido al paro en cinco años, se ha desahuciado de sus casas a cientos de miles y se ha interrumpido bruscamente la prosperidad económica de las clases medias. Mucha gente ha empezado a dudar de todo, incluidas las instituciones del sistema político por el que se rige este país. Ya no hay riesgo de que su descrédito aliente el surgimiento de movimientos de contestación popular a las instituciones, porque ya están aquí, como lo evidencia el fenómeno político de Podemos y otras iniciativas sociales todavía no traducidas en fuerza política. Es el mismo clima deletéreo que ha atizado las voluntades separatistas en Cataluña y en el País Vasco, siempre latentes, pero acentuadas por la convicción de que lo mejor es apartarse del proyecto de España para evitar hundirse con él.
Reformar el sistema político, encauzar el problema independentista, lograr que la economía cree empleo: todo no está al alcance de una sola persona, por elevada que sea su posición teórica. Ni dispone de poderes para tomar iniciativas en esos terrenos, ni los políticos deberían ponerle en el disparadero de colocarle frente a los separatismos mientras ellos observan los toros desde la barrera. Tiene facultades arbitrales en un Estado controlado esencialmente por partidos políticos, pero el sistema estable en el que se apoyaba el reinado del padre (alternancia PP-PSOE en el gobierno del Estado) se ha cuarteado de tal modo que nadie puede garantizar hoy cuáles serán los partidos sobre los que don Felipe podría ejercer el papel de moderador. Todo eso depende de los electores y no del rey. Con todo, es evidente la estabilidad constitucional que preside el tránsito de un rey a otro.
Hay algunos desafíos a los que el monarca sí puede enfrentarse por sí mismo. El primero, reformar la Casa del Rey para que no vuelvan a cometerse los graves errores que colocaron a don Juan Carlos en la necesidad de pedir perdón públicamente. El segundo, asegurar la transparencia completa sobre las finanzas de la Casa del Rey. Y el tercero, gestionar con cuidado a su familia. Poco se sabe del papel que va a desempeñar don Juan Carlos, salvo el rango militar de capitán general en la reserva: y nadie puede pensar que 39 años en el vértice del Estado van a rendirse a una jubilación completa. Además, Felipe VI tendrá que vivir pronto las vicisitudes judiciales de familiares implicados en el escándalo Nóos, por apartado que haya estado de ese asunto y de sus protagonistas.
Y deberá ocuparse aún más de la preparación de la princesa de Asturias, y no necesariamente en el sentido sugerido recientemente por el ministro de Defensa, Pedro Morenés, de incluir la formación militar entre las capacidades de la princesa. ¿Acaso no se puede ser el jefe de las Fuerzas Armadas de una democracia sin ese requisito?. Fuente JOAQUIN PRIETO. MADRID España EL PAIS
miércoles, 11 de junio de 2014
Brasil se blinda con el triple de agentes de seguridad que en Sudáfrica 2010
Un total de 150.000 personas trabajarán para garantizar la paz en las ciudades sede del Mundial.
Efectivos de la policía se infiltrarán entre las aficiones durante los partidos.
Rousseff cede ante los manifestantes para frenar las protestas.
Nunca una fiesta deportiva tuvo tanta custodia policial. Más de 150.000 efectivos trabajarán para mantener la paz en las doce sedes del Mundial de Brasil, tres veces más que en el último campeonato de Sudáfrica, en 2010, donde fueron movilizados 53.000 agentes.
Las autoridades brasileñas, en el momento de máxima exposición internacional del país, dicen que han aprovechado la Copa del Mundo para integrar sus diferentes cuerpos de seguridad y modernizar sus equipos de mantenimiento del orden público. El objetivo es que ni las protestas sociales ni cualquier otro incidente impida el funcionamiento normal del Mundial de Fútbol. “Esa integración es el gran triunfo de este Mundial para nosotros”, afirmó este martes el director de la Secretaría Extraordinaria de Seguridad para Grandes Eventos (SESGE), Andrei Rodrigues, en la presentación del plan de seguridad nacional para el evento.
“El gran objetivo es que no suceda nada en los estadios”, recalcó en el Fuerte de Copacabana José Carlos de Nardi, Jefe del Estado Mayor de las Fuerzas Armadas, que confirmó el despliegue de doce batallones de contingencia listos para “garantizar la ley y el orden” en el caso de que cualquier imprevisto grave fuerce a los gobernadores estatales a solicitar su intervención urgente a la presidenta de la República, Dilma Rousseff.
Además de los 70.000 soldados y 60.000 policías de los diferentes cuerpos movilizados, 20.000 agentes de seguridad privada estarán presentes en los estadios, según confirmó el Director General de Seguridad del Comité Organizador Local, Hilário Medeiros. El subdirector de la Agencia Brasileña de Inteligencia, Ronaldo Belham, anunció que la FIFA ha reservado un número indeterminado de entradas en cada uno de los 64 partidos para agentes infiltrados entre el público, que informarán de “cualquier ocurrencia” antes, durante y después de los partidos.
El operativo militar incluye también la presencia (visible desde hace ya algunos días) de una fragata, una corbeta y varios barcos auxiliares en las cuatro ciudades marítimas que albergarán partidos: Fortaleza, Natal, Salvador de Bahía y Río de Janeiro.
Además de la protección de los estadios y sus inmediaciones (la gran preocupación del máximo responsable del Ejército), los soldados tienen encomendada la protección de 170 “infraestructuras críticas” para el correcto funcionamiento de los recintos deportivos (entre ellas, subestaciones eléctricas y centros de telecomunicaciones). Por si fuese poco, está prevista la instalación de baterías de misiles antiaéreos en las inmediaciones de algunos estadios, entre ellos el mítico Maracaná (como sucedió ya en los Juegos Olímpicos de Londres).
Las autoridades confirmaron que el presupuesto en adquisición de armamento y despliegue de las diferentes fuerzas se aproxima a los 2.000 millones de reales (900 millones de dólares), que quedarán como “legado para el país” una vez finalice la Copa.
Este martes, la selección inglesa atravesó la playa de Copacabana con un dispositivo que incluía una tanqueta militar, en una imagen que se repetirá numerosas veces con diversas selecciones durante el torneo. El subdirector de inteligencia explicó que han efectuado un “análisis de riesgo” de cada selección basado en cuatro índices: posibilidades de terrorismo, sensibilidad geopolítica, sensibilidad deportiva y carácter crítico de determinados partidos. Belham no quiso revelar el contenido del ránking y se limitó a señalar que Estados Unidos figura entre los siete equipos que recibirán mayor protección. Consultado después por este periódico, justificó su discreción en el “pandemonio” que se produciría si la clasificación fuese conocida en este momento.
La inversión de las Fuerzas Armadas, según el Jefe del Estado Mayor, ha permitido equipar al país con material de defensa ante ataques químicos, biológicos y radionucleares. Preguntado sobre si las fuerzas de orden público se han visto ya obligadas a abortar algún tipo de ataque o plan anti-Copa, afirmó que “hasta ahora todo va muy bien”. El jueves, día de la inauguración del Mundial, hay anunciadas diferentes marchas en varias ciudades del país. Será el momento de comprobar si el “riesgo cero” prometido por el Comité Local Organizador es o no una exageración.
FUENTE.PEDRO CIFUENTES. RIO DE JANEIRO. EL PAIS ESPAÑA
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