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lunes, 24 de marzo de 2014

Interés de Thomas Cook por región sur de RD

Interés de Thomas Cook por región sur de RD “sorprende” a Ministro de Turismo. A Thomas Cook le atrae la zona sur pese a que carece de obras esenciales
El ministro de Turismo, Francisco Javier García informó que la región sur de República Dominicana comenzará a recibir este año de manera masiva la visita de turistas alemanes. De acuerdo con el funcionario, quien encabezó la delegación dominicana que participó en la ITB Berlín, feria turística que concluyó este fin de semana, la proyección de crecimiento para la región sur es de un 40%. “La sorpresa para nosotros en esta feria es que un touroperador tan importante como Thomas Cook, esté tan impactado positivamente por la región sur del país”, dijo García, tras considerar como muy significativa la cifra de crecimiento prevista para la región sur tomando en cuentas que esa zona aún carece de las infraestructuras físicas que se requieren. Manifestó que ese crecimiento se debe a que esa región fue colocada en la promoción internacional y está obteniendo muy buena acogida. “Estamos hablando del circuito completo, como Barahona, Pedernales y el Lago Enriquillo”, explicó el funcionario. “Ahí el presidente ha dicho que está trabajando con el desarrollo de Bahía de las Águilas y yo estoy confiado en que el litoral marítimo desarrollable de Pedernales, en la gestión del presidente Danilo Medina se va a comenzar a desarrollar”, argumentó. Agregó que hay inversionistas interesados, una vez se resuelvan los problemas legales que existen. Thomas Cook reporta este invierno un incremento de 19.7% en la emisión de turistas alemanes a República Dominicana, mientras que su crecimiento previsto para el próximo verano es de un 32%. Fuente: Arecoa Publicado por Barahona Paso a paso en lunes, marzo 24, 2014

OBSERVATORIO GLOBAL. La crisis de Ucrania y el nuevo orden mundial

Por Leonel Fernández Especial para LISTÍN DIARIO RD. Durante los últimos días, la crisis política en Ucrania ha experimentado un proceso de escalamiento de tal envergadura que la ha convertido en el más dramático y peligroso conflicto entre los Estados Unidos y Rusia, luego de la caída de la Unión Soviética en el 1991. Por el tono que dicha disputa ha tomado, la cual ha requerido dos intervenciones públicas por parte del presidente norteamericano Barack Obama, algunos analistas se preguntan si esto significa un retorno a los viejos tiempos de la Guerra Fría entre las dos superpotencias. Obviamente, la respuesta es negativa, pues a pesar de las inocultables discrepancias actuales entre ambas naciones, en realidad éstas nada tienen que ver con lo que significó esa etapa reciente de la historia de la humanidad, la cual se extendió por más de cuatro décadas. La Guerra Fría, como se sabe, fue más que una simple disputa entre naciones. Fue una rivalidad, de carácter bipolar, entre las dos grandes superpotencias nucleares de la época, los Estados Unidos y la Unión Soviética, por razones ideológicas, entre el marxismo y el liberalismo; por formas de organización económica, social y política, entre el capitalismo y el socialismo; por razones de competencia militar y tecnológica; y hasta por diferencias culturales y estilos de civilización. La Guerra Fría, que conllevó a conflictos armados en las zonas de influencia de ambas superpotencias, culminó, sin la ocurrencia de ningún tipo de conflicto bélico, con la desintegración de las democracias populares en Europa del Este a fines de la década de los ochenta y el desplome, como ya se indicó, de la Unión Soviética, en el 1991. Al producirse la extinción de lo que históricamente fue considerado como el bloque socialista, surge una nueva época que a falta de un nombre más apropiado se le ha identificado, indistintamente, como Nuevo Orden Mundial o período de la post-Guerra Fría. De la Unión Soviética a la comunidad de Estados Independientes Con la disolución de la Unión Soviética se crea la Federación Rusa, la cual, en la actualidad, representa al país de mayor territorio en el mundo, con 17 millones de kilómetros cuadrados. Ese país es, al mismo tiempo, un Estado multi-étnico, con más de 100 nacionalidades y una estructura federal que incluye regiones, repúblicas, territorios y otras unidades administrativas. En adición, con la excepción de los tres Estados del Báltico, que son Estonia, Lituania y Letonia, se dio origen a una nueva estructura política y administrativa, que fue la Comunidad de Estados Independientes, integrada por 12nuevos Estados-naciones, los cuales habían sido parte de las repúblicas socialistas soviéticas. Esos nuevos Estados fueron, por un lado, los de la parte de Europa, que son Bielorrusia, Moldavia y Ucrania; los del Cáucaso, compuestos por Georgia, Armenia y Azerbaijan; y los de Asia Central, de los que forman parte todos los que terminan en tán, esto es, Kazajastán, Uzbekistán, Kirguitán, Turkmenistán y Tayikistán. Ahora bien, a pesar de esa nueva forma de organización, era la primera vez, en cerca de 400 años, desde que la dinastía monárquica de los Romanov empezó a expandirse, que el Imperio ruso, luego consolidado por la Revolución bolchevique con la creación de la Unión Soviética, se había visto tan reducido en sus dimensiones y tan limitado en sus alcances. Es por eso, tal vez, que al referirse a la desaparición de la antigua Unión Soviética y a su fragmentación en esos 12 nuevos Estados-naciones, el presidente ruso, Vladimir Putin, haya sostenido que se trata de la catástrofe geopolítica más importante que se registra en el siglo XX; y es que además del debilitamiento, en todos los órdenes, que implicaba para Rusia, venía a significar un cambio radical de paradigma en el funcionamiento del sistema internacional. Por de pronto, esos nuevos países tenían que procurar su lugar en el mundo. Eso implicaba elaborar políticas de inserción internacional. Saber dónde se encontraban sus potenciales aliados y donde sus adversarios. Pero, además, definir su relación, con los cuatro más importantes polos de poder en el mundo en estos momentos: Estados Unidos, Europa, Rusia y China. Debido a relaciones tensas que por razones de etnicidad, nacionalidad, cultura, lengua y religión, algunos de los nuevos Estados habían tenido con la antigua Unión Soviética, empezaron a cultivar nuevas relaciones, tanto con Europa como con los Estados Unidos. Ese fue el caso, en principio, como hemos dicho, de los Estados del Báltico, que pasaron a ser miembros de la Unión Europea, así como a integrarse dentro del pacto militar de protección de los intereses del mundo occidental, conocido como Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN). Pero además, de otros, que como Georgia y Ucrania, también procuraban fortalecer vínculos con Occidente, que eran percibidos por Rusia como perjudiciales a sus intereses estratégicos de convertirse nuevamente en una fuerza política influyente en el mundo global. En cada uno de esos casos, se presentaban conflictos, que a veces culminaban en confrontaciones armadas, como ocurrió en Geogia en el 2008, y que dio lugar a la separación de dos de sus provincias, Osetia del Sur y Abjazia, convertidas en nuevos Estados independientes, aunque con escaso reconocimiento internacional. Y es lo que también ha acontecido con Ucrania, que es un país dividido entre un sector, que se encuentra en la parte occidental, en favor de los Estados Unidos y Europa, y otro, más hacia el Este y el Sur, que por razones históricas y de cultura, se inclina por Rusia. Ante el golpe de Estado ocurrido contra el presidente Víctor Yanukovich, al suspender las negociaciones para un Acuerdo de Asociación con la Unión Europea, y la instalación de un nuevo gobierno, más favorable a Occidente, Rusia interviene, promoviendo un referéndum de separación de la península de Crimea, donde predomina una población de origen ruso, y además, donde se encuentra instalada su base naval en el Mar Negro. Posicionamiento geopolítico Así pues, más que un resurgimiento de la Guerra Fría, lo que puede apreciarse, actualmente, en el ámbito internacional, es un lucha o tensión entre los principales polos de poder, y muy especialmente, en el caso que nos ocupa, entre los Estados Unidos y Rusia, por lograr un nivel de posicionamiento de carácter geopolítico. Ese nivel de posicionamiento les permitirá defender mejor sus intereses nacionales, apoyar sus aliados regionales y desempeñar un rol más relevante en un mundo globalizado, cada vez más interdependiente e interconectado. Por eso, la crisis de Ucrania y la anexión de Crimea, para ser comprendidas en toda su amplitud, tienen que ser colocadas en un contexto más amplio, que implica descifrar el objetivo estratégico que se ha trazado el presidente Vladimir Putin. Ese objetivo no es otro que el de restaurar el prestigio global de Rusia como una gran potencia, esparcir su influencia y establecer su dominio sobre el antiguo espacio soviético; y eso pretende alcanzarlo por medio de la creación de la Unión Económica Euroasiática, que procura, por medio de las antiguas repúblicas soviéticas, constituir un poder que iría desde el Océano Ártico hasta el Océano Pacífico y desde el Mar Caspio hasta el Mar Negro. Eso, por supuesto, encuentra resistencia, tanto dentro como fuera de Rusia. Desde dentro, a través de Georgia, Ucrania, Azerbaiján y Moldavia, que han creado el grupo conocido por sus siglas como GUAM,; y desde fuera, por medio de los demás polos de poder, fundamentalmente, de los Estados Unidos y la Unión Europea. Con respecto a estos últimos, un elemento de su estrategia geopolítica ha consistido en procurar el debilitamiento de Rusia. Eso se ha pretendido alcanzar a través de la expansión de la OTAN hacia las fronteras con Rusia, lo cual afecta su zona de seguridad; por medio de la incorporación de antiguas repúblicas soviéticas a esa organización regional militar; la instalación de misiles de defensa en Europa del Este; y la promoción de actos de desestabilización política en la región, en base a la doctrina de cambios de régimen. No obstante, aparte de esas tensiones geopolíticas entre los principales actores del sistema global, se generan, al mismo tiempo, acciones de cooperación. Es lo que ha ocurrido, por ejemplo, entre Rusia y Estados Unidos, en los casos recientes de Siria e Irán, en los que ha habido un esfuerzo de colaboración para resolver esos conflictos por vía diplomática. Ahora, con los casos de Ucrania y Crimea, se han producido sanciones simbólicas contra Rusia por parte de Estados Unidos y la Unión Europea. Pero eso, más que un resurgir de la vieja Guerra Fría, entre superpotencias con capacidad nuclear, hay que interpretarlo como parte de una lucha geopolítica, en la que Rusia aspira a rescatar su dominio sobre el antiguos espacio soviético y los Estados Unidos a reafirmar su credibilidad como superpotencia global.

jueves, 20 de marzo de 2014

Día Internacional de la Felicidad 20 de marzo

La felicidad puede tener significados diferentes para cada persona, pero creo que todos podemos estar de acuerdo en que su logro implica trabajar para poner fin a los conflictos, la pobreza y otras circunstancias desafortunadas en las que viven tantos de nuestros semejantes.» La búsqueda de la felicidad es una meta fundamental El mundo necesita «un nuevo paradigma económico» que reconozca «la paridad de los tres pilares del desarrollo sostenible», el social, el económico y el medioambiental porque, como ha señalado Ban Ki-moon, «juntos definen nuestra felicidad global». Ban Ki-moon hizo esa afirmación durante los encuentros que se llevaron a cabo en la Asamblea General por iniciativa de Bután, un país que reconoce la supremacía de la felicidad nacional por encima de los ingresos nacionales desde principios de los 70, cuando adoptó el concepto de un Índice de Felicidad Nacional Bruta para sustituir al más tradicional Producto Interior Bruto (PIB). La Asamblea General de la ONU, en la resolución 66/281 Documento PDF el 12 de julio de 2012 decretó el 20 de marzo Día Internacional de la Felicidad, para reconocer la relevancia de la felicidad y el bienestar como aspiraciones universales de los seres humanos y la importancia de su inclusión en las políticas de gobierno. La resolución invita a todos los Estados Miembros, a los organizaciones nacionales, regionales e internacionales, a la sociedad civil y a las personas a celebrar este Día, y promover actividades concretas, especialmente en el ámbito de la educación. Secretario General de la ONU Ban Ki moon

jueves, 13 de marzo de 2014

Responsable de casi todo

El mundo se ha puesto patas arriba por un invento que solo tiene 25 años

 
"Propuesta vaga, pero emocionante”; con esta versión científica del “progresa adecuadamente”, Tim Berners-Lee tuvo el plácet para crear hace 25 años la Gran Araña, la World Wide Web, el sistema de comunicación hoy básico para 3.000 millones de personas, casi la mitad de la humanidad. Decir que nos comunicamos es poco; existimos con, para, en, entre, contra Internet. La vida de media humanidad gira en torno al sistema de conexión de la World Wide Web, y la otra media la necesita como un bien básico, como la electricidad o el agua corriente (de la que disfrutan menos personas que de Internet).
En este aniversario, su cofundador británico —sin olvidar al belga Robert Cailliau— ha alertado de los peligros que se ciernen sobre esta autopista de la información, un sistema demasiado poderoso como para que Gobiernos, dictatoriales y democráticos, no caigan en la tentación de hacerse con su control.
Berners-Lee propone a Naciones Unidas que Internet se incluya en la Carta de los Derechos Humanos. El creador de Facebook, Mark Zuckerberg, se ha adjudicado la misión de que la WWW llegue a cada rincón del planeta; Bill Gates, creador de Microsoft, prefiere que le llegue agua y comida, aunque el fundador de Facebook cree que con Internet conseguirían antes los alimentos básicos.
La red de ordenadores de Internet más el protocolo de transferencia de archivos, el world wide web inventado en un despacho del CERN en Suiza, han creado un nuevo mundo, una nueva economía, una nueva forma de relacionarnos y de medirnos las distancias y los tiempos; a costa, sin duda, de desbaratar lo establecido y sin tiempo para asimilarlo.
Un cuarto de siglo de la World Wide Web y el mundo se ha puesto patas arriba. Con razón se decía que los años de Internet son como los de los perros, equivalen a siete. Es decir, que han pasado 175 años. Así se entiende mejor esta compresión inaudita de la historia y de la economía. Pero si se mira bien, esta revolución de revoluciones que ha supuesto Internet no es tan innovadora. Finalmente todo, maldiciones y bendiciones, nos sigue llegando, misteriosamente, desde el cielo.

lunes, 10 de marzo de 2014

Consejos que matan


Por 11 MAR 2014 - 00:00 CET. El País España
Si nadar en un mar de dudas fuera deporte olímpico, todos los grandes escritores de este mundo habrían ganado una medalla, porque el verdadero talento es perfeccionista y nunca las tiene todas consigo. Por eso cuando un autor deja leer su manuscrito a alguien, la opinión que le den puede ser muy beneficiosa o muy dañina. Hay consejos que matan y afortunadamente también hay quien no los sigue: por ejemplo, Gabriel García Márquez cuando Guillermo de Torre, director literario de la editorial Losada, le mandó, tras leer su primera novela, La hojarasca, una nota en la que le recomendaba “que se olvidase de las novelas y se dedicara a la poesía”. No es el único: el premio Nobel francés André Guide rechazó En busca del tiempo perdido, de Marcel Proust, por aburrida; a George Orwell le devolvieron Rebelión en la granja argumentando que “es imposible vender historias de animales en Estados Unidos”, y a Rudyard Kipling, su obra más célebre, El libro de la selva, con esta nota: “Lo lamentamos, señor, pero usted, sencillamente, no sabe inglés”.
El poeta W. H. Auden no fue tan lejos cuando su amigo J. R. Tolkien le entregó el original del último tomo de El señor de los anillos, pero sí que le envió una carta en la que le aconsejaba eliminar del final del relato la historia de amor entre el rey Aragorn y la elfa Arwen, por considerarla “absolutamente innecesaria y superficial”. Esa carta, hasta ahora inédita, se va a subastar el 19 de marzo en Londres y hará pensar a los seguidores de Tolkien: ¿qué habría ocurrido si hubiera hecho caso a su ilustre colega? No lo hizo, porque, según se puede leer en otra carta que el creador de El Hobbit le mandó a su editor, Rayner Unwin, él consideraba ese episodio “una conmovedora alegoría de la esperanza”.
Otra de sus editoras, Janet Johnson, nos dice desde Londres que en las oficinas de George Allen & Unwin estuvieron de acuerdo: “Rayner Unwin era mi jefe, lo conocí bien y estoy segura de que la reverencia que sentía por Auden no le habría llevado jamás a considerar que tenía razón al pedirle a Tolkien que quitase del libro justo el pasaje más humano que tiene esa epopeya tan intensamente masculina y marcial. Por mi parte, creo que suprimirlo le habría restado a la obra profundidad y emoción”.
Janet Johnson está convencida de que “a pesar de lo mucho que quería y admiraba a Auden”, Tolkien tampoco aceptó su propuesta porque sospechaba que “las propias inclinaciones del poeta”, que era homosexual, no le hacían ver con agrado que toda la camaradería que expresa la obra “se resolviera con un romance entre Aragorn y Arwen, un hombre y una mujer”; y en segundo lugar, “no hubiera renunciado a esa historia que, en realidad, es un eco de la que protagonizan Beren y Luthien en otro de sus libros, El Silmarillion”.
En cualquier caso, la aparición de esa carta de Auden vuelve a poner sobre la mesa una pregunta sobre lo que pudo ser y no fue que vale para Tolkien y para otros, desde Virgilio, Kafka o Emily Dickinson, que les exigieron a sus allegados que destruyeran todas sus obras, hasta Vladímir Nabokov, que solo publicó Lolita por la insistencia de su esposa, tras quemar dos veces aquel manuscrito que habían desechado muchas editoriales por inmoral. Rafael Alberti desobedeció a Federico García Lorca cuando, tras leer este sus primeros poemas, le dijo: “Primo, no están mal, pero mejor sigue pintando”. James Joyce, sin embargo, destruyó su obra de teatro Una brillante carrera porque el dramaturgo William Archer le dijo que era incomprensible. A veces, el mejor amigo es el peor apostador. Otras veces es mejor no preguntar.

jueves, 6 de marzo de 2014

El sueño secreto de Lula con Cuba

 

El expresidente quiere que el régimen de La Habana se abra siguiendo las pautas del modelo brasileño

 
Lula, con Castro el pasado febrero. / ROBERTO STUCKERT FILHO (AFP)
El expresidente brasileño Lula da Silva, que sería hoy el más votado si fuera candidato de nuevo a la Presidencia de la República, alberga, según uno de sus consejeros próximos, un sueño secreto con Cuba.
A pesar de las críticas recibidas por algunos sectores, el expresidente Lula da Silva, está multiplicando, en efecto, sus viajes a la isla caribeña actuando como un Ministro de Asuntos Exteriores en la sombra del gobierno de la presidenta Dilma Rousseff.
El sueño de Lula es que Cuba, que inevitablemente tendrá que salir del túnel de su dictadura militar para abrirse espacios de democracia, lo haga siguiendo el “modelo brasileño” ideado por él en sus ocho años de gobierno.
Y el sueño de Lula sobre Cuba abrazaría también a la hermana Venezuela. No en vano días atrás, en La Habana, después de afirmar formalmente que “Maduro es un hombre bien intencionado que desea lo mejor para su país”, que es como decir nada y todo al mismo tiempo, añadió que “Venezuela necesita de paz y tranquilidad” para que “pueda recuperar todo su potencial en la generación de riqueza”. Y eso sí es decir mucho.
Lula es un político que sabe usar su pasado como sindicalista y fundador del mayor partido de izquierdas de América Latina (PT) para conseguir ser un interlocutor creíble en los países del eje del socialismo bolivariano. Al mismo tiempo, su pragmatismo político y su falta de ideología a nivel personal (“no soy de izquierdas ni de derechas”, es su lema), lo acercó al mundo del neoliberalismo lo que le permitió y le permite mantener magníficas relaciones con la banca y el empresariado internacional.
En su última conferencia en Cuba, Lula les explicó a los hermanos Castro cómo conseguir atraer a los inversores extranjeros. Y Brasil ha sido el primero en ofrecer estas inversiones millonarias con la ayuda a la construcción del puerto Mariel con el que Cuba podrá facilitar las actividades económicas con Rusia y China. Al mismo tiempo, el puerto es estratégico por su proximidad con el nuevo Canal de Panamá
Lula se llevó en su viaje a Cuba al llamado “rey de la soja”, el ex gobernador de Mato Grosso Blairo Maggi, para enseñarles a producir el producto con mejor calidad. Hoy Brasil produce cuatro toneladas de soja por hectárea, frente a 1,2 de Cuba.
Maggi se ha ofrecido a enviar técnicos de la Embrapa (Empresa Brasileña de Investigación Agrícola) a Cuba y a recibir cubanos dispuestos a especializarse en Brasil.
Los últimos gobiernos brasileños han seguido de cerca la evolución del régimen castrista a la espera de que pueda caer y transformarse en una especie de democracia incipiente.
Lula, que sabe que el pueblo cubano es parecido en su idiosincrasia, en su espíritu festivo y en su cultura popular, al brasileño, sueña con que Cuba pueda seguir  el modelo político y social brasileño una vez se liquide la dictadura.
Por la historia de estos decenios de dictadura y de dependencia del Estado por parte de los ciudadanos, Cuba podría imitar al capitalismo brasileño en sus primeros momentos de apertura. En Brasil conviven una fuerte dependencia del Estado con una buena dosis de nacionalismo y al mismo tiempo empieza a abrirse a las privatizaciones.
También las políticas sociales, como Bolsa Familia, que, heredadas de su antecesor Fernando Henrique Cardoso, Lula multiplicó hasta alcanzar a 15 millones de familias con un total de 40 millones de habitantes, podrían ser trasplantadas a Cuba. Eso haría que el primer gobierno nacido después de la dictadura pudiera seguir contando con la adhesión de la mayoría de los cubanos, que recibirían importantes ayudas sociales, un aumento del salario mínimo, acceso al crédito público y una mejoría general de vida junto con nuevas estructuras democráticas.
Son estos cuarenta millones de beneficiarios de las regalías sociales del gobierno los que, por ejemplo, aseguran aún hoy la continuidad en el poder del Partido de los Trabajadores (PT)
Bajo las alas de Brasil y siguiendo las huellas de los gobiernos exitosos del PT, Cuba podría recibir de este país, bajo la égida de Lula, que sigue siendo el eje de la política brasileña en la sombra, los instrumentos necesarios en los albores de su nacimiento a la democracia.
Y como Cuba no es hoy pensable sin Venezuela, Lula está también a la espera de lo que pueda ocurrir en aquel país. El expresidente de Brasil siempre apoyó a su caudillo Chávez y hoy apoya institucionalmente a Maduro, por haber sido elegido con voto popular. La idea sería así colocar a ambos países en la ruta de Brasil, que no es la del acuerdo del Pacífico, ya que tendrá siempre una vena abierta o sutilmente antimaericana, algo que seguirá formando parte por mucho tiempo del socialismo cubano- bolivariano.
Lula pretendería, en una palabra “brasilinizar” política y socialmente a Cuba y Venezuela y más tarde, puestos a soñar, quizás también a Argentina. Sería el eje Lula de la política latinoamericana.
¿Un sueño? Quizás, pero los que conocen bien al exsindicalista, que aún no ha desistido de volver a disputar de nuevo la Presidencia, creen que es un sueño a ojos abiertos

Aída García Márquez y el niño que soñó a Macondo


Aída García Márquez publicó el libro “Gabito, el niño que soñó a Macondo”, que se ha convertido en una sensación editorial. Aída dejó el convento y se consagró a la docencia.
—¿Por qué decidió escribir un libro a sus 80 años?

—Todo surgió al visitar la inauguración de la Casa Museo en Aracataca. Me devolvió a esos años junto a mis tres hermanos: Gabriel, Luis Enrique y Margot, en casa de mis abuelos, el Coronel Nicolás Márquez Mejía y abuela Tranquilina Iguarán.  En  esa casa se despertó en Gabito el deseo de escribir, y se prefiguró la familia Buendía a partir de los recuerdos de infancia, y se creó Macondo desde la memoria de Aracataca. Mi hermana Margot que comía tierra desde niña, se convirtió en Rebeca en Cien años de soledad.

Tuve muchas dudas al principio de cómo impactaría un libro de memorias sobre la infancia con mi hermano Gabo.

—¿Había escrito antes?

—Cuando estaba en la Normal tuve una predilección por la lectura y la escritura. Empecé a escribir en la revista “Inquietudes” del colegio. Mi profesora Ada Teresa Govea, nos decía que lo mejor de la escritura debía estar al principio. Recuerdo que me gané un premio con una composición en el Día de la Madre. La profesora nos invitaba a buscar en el diccionario el significado de las palabras. Recuerdo que nos decía que un adjetivo puede cambiar el significado de una oración. Que no era lo mismo decir: “Un niño pobre” que “un pobre niño”. Mientras el primero es la carencia de dinero, el segundo, es algo sentimental. No es lo mismo: “Un niño bueno” que “Un buen niño”, o  “un niño pobre”.

—¿Qué sorpresas ha tenido con su libro?

—Mira, desde que salió el libro publicado por Ediciones B., mi vida ha entrado en un ritmo distinto e inesperado. Estoy pegada al teléfono respondiendo entrevistas en diversos medios de comunicación.  Mi sorpresa es que ha valido la pena contar estos recuerdos, porque es una etapa de la vida de mi hermano que no era muy conocida.

—¿Qué le dijo Gabo al recibir su libro?

—Se quedó mirando el libro, lo empezó a hojear y se quedó leyéndolo. Después me miró y me preguntó: Aída, este libro no lo escribí yo, verdad? Le dije: No, Gabo, ese libro lo escribí yo para ti.

A mi hermano, esos recuerdos de Aracataca los tiene intactos. El libro está dedicado a Gabo y Mercedes. Pero Mercedes se sorprendió y me preguntó por qué había salido con este libro ahora. Y le dije que no hay edad para empezar a escribir y mucho menos, para recordar. Es un homenaje a mi hermano mayor y a ella.

Gabo, faceta desconocida

Aída recuerda a su hermano Gabriel García Márquez con una inmensa curiosidad por todas las artes y no específicamente por la literatura. Lo recuerda jugando a ser fotógrafo, pintor de tiras cómicas, actor de teatro, cineasta, cantante, dibujante de letreros comerciales y animador de cabalgatas en su pueblo natal.

Una de las facetas desconocidas del niño Gabriel García Márquez, es la de director de orquesta en la primaria de la escuela Montessori, de Aracataca. Allí animó a ser músicos a sus amigos del salón, entre los que se encontraban Guillermo González, Luis Carmelo Correa, Franco Iriarte y su hermano Luis Enrique.

Luego de ver películas en el Cine Olympia que dirigía Antonio Daconte, el niño imitaba las películas, creando un guión en un cuaderno cuadriculado que dividía en cuadros y en ellos dibujaba los personajes y las escenas.

También, jugó a ser caricaturista, luego de ver las tiras cómicas del dominical, junto a su madre Luisa Santiaga.. En las caricaturas retrataba  a sus hermanos y familiares.

Entre los secretos guardados por su hermana están un par de dibujos de Gabito: Uno, es un pájaro conversando con una tijera al revés.  Otro,  es un ratoncito saliendo de un zapato. Conserva Aída poemas de Rubén Darío transcritos por Gabito.

Otra de sus facetas desconocidas es la del niño que jugaba a ser mago, al ver los trucos del mago Richardine en el circo de Aracataca. Al regresar a casa, Gabito repitió el truco con Amira, Alicia y Aída, en la que el niño mago serruchaba dos cajas unidas en la que presumiblemente estaba una niña. Debajo de las dos cajas había un vacío o cortina en donde la niña elegida desaparecía.

Al morir el abuelo, Gabito estaba en Sincé y su padre lo llevó al matrimonio de la tía Narcisa. Allí cantó el tango “Cuesta abajo”, y cuando le tocó el turno a Luis Enrique salió disparado a la plaza.

Estudiando en el Colegio de Zipaquirá, el joven Gabo cantó el Ave María de Schubert.

“La familia García Márquez, conocida en todo el mundo por los libros de Gabito, con sus defectos y cualidades y por todo lo que se ha escrito, hablado y comentado, ha sido feliz porque ha formado un mundo tan estrecho y fuertemente unido con sus miembros en los famosos comentarios del “Rincón Guapo”, confiesa Aída  García Márquez.

“Siempre se ha dicho que nos gusta leer y escribir, porque desde niños nos leían las tiras cómicas (cómics), y cuando mi papá viajaba los regalos eran siempre cuentos, de tal suerte que todas las colecciones de la época eran leídas en su totalidad porque al llegar de viaje, Gabriel Eligio soltaba todo el paquete de estos cuentos al suelo y volaban por todos los rincones de la casa y nosotros los recogíamos a ver quién le tocaba más y al final los cambiábamos hasta completar la lectura de toda la colección”.


El abuelo Nicolás

—¿Cómo recuerda a su abuelo el Coronel Nicolás Márquez Mejía?

—Como un abuelo cariñoso que nos complacía con chocolates, bombones de todos los sabores, chicles que tenían figuras de los beisbolistas norteamericanos de la época. Abuelo tenía un carnet del Comisariato de la Compañía United Fruit Company, y allí pedíamos lo que quisiéramos. Solo atravesábamos la calle. Era tal la compenetración con él que bebíamos en el mismo vaso del abuelo. Recuerdo que bebíamos cocoa, un chocolate en leche al atardecer. El abuelo estaba siempre cerca de nosotros. Gabito, fue su primer nieto, a quien llamaba su Napoleoncito.  Mi abuelo Nicolás iba al traspatio y le gustaba subirse al mango para recoger las hojas que caían sobre el tanque de almacenamiento de agua. Un día el loro se subió por las ramas del mango y abuelo intentó cogerlo, pero se cayó del mango. Desde ese momento, ya no volvió a ser el mismo.


—¿Qué piensa de la versión del biógrafo inglés Gerald Martin, al decir que Gabo fue abandonado por sus padres, al ser entregado a sus abuelos?

—Es un error de interpretación cultural. En el Caribe era muy común que un niño fuera criado por abuelos o tíos, y eso no era carencia de amor, sino todo lo contrario. No era abandono, sino preferencia. Para nosotros, Gabo no solo es el hermano mayor sino el ser más respetado por nosotros. A mí me dolió mucho que cuando salió la biografía de Gerald Martin, en Londres se dijo que nuestra madre, Luisa Santiaga Márquez, era una lavandera. Por Dios. Mi madre fue criada como una reina. Tenía un tutor en casa y aprendió de niña a tocar el piano.


—También, Gerald tiene una versión de Gabriel Eligio García, su padre, que muestra aspectos humanos que lo desdibujan...

—Bueno, ya uno de mis sobrinos dijo una frase que voy a repetir: los García Márquez empezamos a contar nuestra propia historia. Creo que con la publicación de mi libro de recuerdos, se empieza a hacer justicia. Mi padre era un hombre muy culto, que no solo tocaba el violín, recitaba versos y declamaba y sabía demasiado de homeopatía, sino que además, escribía muy bien. Poco tiempo después de su muerte, encontramos unas páginas sueltas de una novela que estaba escribiendo sobre sus amores con mi madre.  Mi padre impulsó en cada uno de nosotros el deseo de leer y estudiar,  y pensaba que la verdadera aristocracia era la del talento. Fue un padre responsable con todos nosotros, y su prioridad siempre era que estudiáramos. Es increíble que pese a los pocos años de convivencia entre mi padre y Gabito, él tiene mucho de él.


El liquiliqui quemado

—¿Dónde estaba usted cuando murió el abuelo materno, el coronel Nicolás Márquez?

— Yo tenía siete años cuando murió el abuelo Nicolás. Supimos de su muerte cuando regresamos a Aracataca, desde Sucre (Sucre). Gabo recordó en sus memorias que su último recuerdo de su abuelo fue la quema de su ropa en el patio. Allí se quemaron sus linos blancos, sus gorras de pana de diversos colores. Y también quemaron una gorra de cuadros escoceses que le había regalado el abuelo a Gabito y se fue en la quema. Al ver la quema de toda la ropa del abuelo y la gorra de Gabito, él dijo en sus memorias que “algo mío había muerto con él”.


—Haberse vestido con liquiliqui el día de la ceremonia del Premio Nobel de Literatura, no era acaso, una forma de recordar a su abuelo?

—Es  probable.


—¿Qué libros de su hermano, además de Cien años de soledad, le conmueve más?

—“El coronel no tiene quien le escriba”. Es obvio decirlo: porque me recuerda a mi abuelo Nicolás esperando su pensión de veterano de la Guerra de los Mil Días en la estación del tren. Se quedó esperando que le pagaran.


Adiós al convento

—¿Por qué tomó la decisión de dejar el convento?

—Luego, de 20 años en el convento, con la Comunidad Salesiana, decidí retirarme. Mi madre había dicho alguna vez que su mayor orgullo no era solo tener un Nobel de Literatura en la casa, sino una monja en la familia. No sabía cómo iba a tomar esa noticia, pero cuando se la conté, ella me dijo: Mija, no se mueve una hoja del árbol sin la voluntad de Dios. En la comunidad religiosa me dijeron que no me retirara, pero empecé a sentir tanta nostalgia de la familia en la distancia, y pensaba cómo podía ayudar a m familia. Lo veía imposible con el voto de pobreza como religiosa, y deseaba ayudarles en la parte humana. Ya Gabito, el más  adinerado de nuestra familia, lo había hecho. Él siempre nos ayudó a todos. Mi retiro era en esencia, un cambio de escenario y espacio, porque al ser maestra en el convento, enseñando catequesis, podía ayudarles de otra manera, porque, qué es un cristiano, sino un ser que ama a Dios y al prójimo? El verdadero cristiano ama y comprende al prójimo.


—¿Qué libros de La Biblia le gusta releer?

—Bueno, “El cantar de los cantares”, Los Proverbios, los Salmos y El Libro de la Sabiduría.


—¿Qué piensa del Papa Francisco?

—Estoy feliz con el Papa Francisco, como lo fui con el Papa Juan Pablo II y con el Papa Juan XXIII.  Uno no puede vanagloriarse de nada. Uno tiene que estar al servicio del prójimo. La santificación y la búsqueda de perfección no es solo se produce en los conventos y en las iglesias, sino en la vida cotidiana, en la comprensión  cotidiana del ser humano. Es tan difícil, pero cada día uno tiene que luchar por la perfección, en cualquiera de los oficios. Mire a Gabito.



—¿Cómo ves a Gabo como ser humano?

— Es un ser tan sencillo y es a la vez el más alto ser humano. La fama no le ha arrebatado la esencia humana.


—¿Qué pervive del temperamento de Luisa y Gabriel, sus padres?

—Por lo general, tengo buen carácter como mi madre, pero a veces se me sale el indio, pero reflexiono y perdono. Quien perdona no olvida, pero necesita de una gran voluntad para que el recuerdo no malogre el sentimiento del perdón. La tierra buena y abonada recibirá mejor las semillas y producirá frutos. De nuestro padre, heredamos todos el sentido del humor.


—¿Qué se hicieron los tres indígenas Yayúus que vivieron con ustedes en la infancia?

—Los tres indígenas eran Remedios, Alirio y Apolinar, mi abuelo los había comprado en la Guajira, hacían los oficios de la casa, pero mi abuelo le había dado el apellido Márquez Iguarán. Un día desapareció Alirio, y mi abuela Tranquilina salió a buscarlo por todo el pueblo. Nadie lo había visto. Entonces se le ocurrió ir donde la mujer que echaba la suerte, y ella vio a Alirio comiendo caña en un sardinel de una finca. Mi abuelo los quería mucho. Cada uno de ellos se fueron de la casa cuando se casaron. Apolinar apareció en el entierro del abuelo. Se casaron y no hemos vuelto a saber de ellos.


—Gabo confesó al recibir el bastón de Palabrero Mayor en Cartagena, que él había aprendido algunas palabras wayúus al convivir con ellos.

—No sabía eso. Mira qué memoria.


—Se puso la mano en el corazón y dijo al escuchar las palabras en wayúus: Ese diccionario lo llevo en el corazón.

—¿Por qué sabes eso?


—Porque estuve allí cuando le entregaron el bastón de Palabrero Mayor.

—Él lo conserva.

La historia de un puñetazo

— Su hermano Gabo jamás ha dicho una sola palabra del golpe que le propinó Vargas Llosa, en un malentendido nunca aclarado en 1976...

—Mi hermano Gabo ha sido toda la vida un hombre prudente. Su compadre Mario Vargas Llosa, usted sabe que él le bautizó a sus hijos, vivía en el mismo edificio en Barceloma. Vargas Llosa arriba y Gabo abajo. Un día Vargas Llosa le dejó a su compadre una responsabilidad que no era suya, mientras él salía de viaje.

(En este momento entra Ligia García Márquez para decir: “Se fue con una modelo alemana por tierras centroamericanas, dejando a su familia”). “Llegó un momento en que Patricia, la esposa de Vargas Llosa, estaba apenada por la ausencia de su esposo, y Gabo  y Mercedes se hicieron cargo de una responsabilidad que no era suya. Gabo le propuso a Patricia que cobrara los derechos de autor de su esposo mientras él regresaba. Su buena fe fue malinterpretada por su compadre que le dio una golpiza en la cara. Gabo lo vio venir después de su ausencia y lo recibió con los brazos abiertos. Vargas Llosa lo recibió con un puñetazo.

(“Gabo tuvo que ir al hospital después de eso”, dice Ligia acariciándose el ojo. “¿Sabe que el ojo de Gabito se afectó con este golpe? Vargas Llosa siempre  le tuvo envidia a Gabito”, dice ella, con un tono sentimental).

“No sé quién llamó a quien”, dice ahora Aída. “Cuando Vargas Llosa ganó el Nobel de Literatura, no sé si fue él o Gabo quien lo llamó para decirle: “Ya estamos igual”.

El incidente captado por un fotógrafo generó equívocos y la malicia y la morbosidad le ganaron la batalla a la verdad en los medios amarillistas: no fue jamás un asunto de faldas ni un conflicto ideológico, pero los compadres jamás se dirigieron la palabra. El silencio de Gabo fue sabio y prudente. Es a Vargas Llosa a quien le preguntan aún por qué le pegó a Gabo. Nadie le pregunta a Gabo por qué reaccionó de manera pacífica. Habrá que esperar que Gerald Martin, lo cuente en uno de los capítulos de su biografía a Vargas Llosa.


Plinio es el mismo cuento

—¿Qué piensa de los recuerdos parisinos de Plinio Apuleyo con Gabo?

—Creo que solo habla de lo más feo y lo peor que vivió Gabo en París. Pero se ha quedado contando la misma historia de los zapatos rotos que apagan su  cigarrillo y del día en que le cogió el trasero a una mesera.

¿Bueno, y es que Gabo no tiene cosas bellas que contar? No resalta lo más bonito de mi hermano, sino lo peor que le ha pasado.


Epílogo

Ligia me dice ahora que tiene todo el árbol genealógico de los García Márquez desde que llegaron sus tatarabuelos vascos al Caribe colombiano. “Hay tres mil Iguarán en nuestra familia”, me dice.

“He descubierto que tenían dos y tres mujeres. A alguien tenían que salir los sinvergüenzas de mi casa”, dice con picardía.

Entre los guajiros y los sucreños que conforman sus ancestros maternos y paternos, hay matices de supersticiosos. Mientras entre sus familiares guajiros es común dialogar con los muertos, entre los familiares sucreños, es común reencontrarse con los fantasmas de los muertos.

Gabito es muy supersticioso”, dice Ligia.

“Mi hermano pasó cuatro años tremendos de soledad en Zipaquirá, y allí se hizo de verdad un escritor”, precisa Ligia.

Margot – que es la que se perece a Luisa Santiaga- acaba de despertarse de su siesta, quejándose de su brazo. Y ahora las tres han posado para este retrato.

“Alguien dice que la familia García Márquez es una partida de locos”, sentencia Aída con picardía.

Pero entre los locos nacen genios como Gabito

5 opciones para que la crisis en Ucrania termine (o empeore)


Por Tom Foreman
 
(CNN) — Como casi siempre ocurre en las grandes confrontaciones internacionales, en Ucrania está desarrollándose un problema complicado en la que nadie ha delineado una aceptable y razonable rendición para todos los bandos.
Rusia no entró a Crimea solo para mover sus tanques en reversa e irse a casa. El gobierno ucraniano no pueden tolerar una apropiación de territorio a 643 kilómetros de Kiev.
Y las grandes potencias occidentales, incluyendo a Estados Unidos, han levantado tantas amenazas y objeciones que se verían débiles, deshonestas o ambas si nada se hace ahora.
Así que veamos algunas opciones que se han propuesto de parte de muchos de nuestros analistas en CNN.
Ir a las armas
Esta es una buena opción para desechar primero, porque nadie la quiere. La ayuda foránea y sostenida para Ucrania sería diezmada por el oso de Rusia. Los rusos están mejor entrenados, mejor equipados y mejor financiados. Por virtud de su geografía y su marina superior, ellos empezarían la pelea con Ucrania rodeada en un 60% por fuerzas hostiles. Pero Rusia también tiene una razón para mantener las armas enfundadas.
Hacer del este de Ucrania un campo de batalla interrumpiría la industria, agricultura así como las ventas de petróleo y gas en la región durante años. De igual manera, una batalla campal podría atraer a otros bandos, y entonces se podría empezar una discusión sobre una posible Tercera Guerra Mundial.
Rusia se retrae
Poco probable que ocurra. La nación rusa no entró a Crimea como pasatiempo de fin de semana. Los rusos tienen importantes bienes que proteger, y eso no precisamente se refiere al 60% de la población de Crimea que creció hablando ruso. Hicieron alarde de la flota del Mar Negro que está en el puerto Sebastopol para tener acceso todo el año (a través de Estambul) a las cálidas aguas del Mediterráneo.
Podría decirse que el miedo de perder la ruta a un gobierno ucraniano poco amigable fue lo que hizo que Rusia llegara a Crimea en primer lugar.
Rusia se retrae con algunas condiciones
Más probable. ¿Cuáles serían las condiciones? Crimea vota para separarse de Ucrania y se vuelve una nación semi-independiente con gran afecto para Rusia (se lee: un estado títere listo para hacer lo que Moscú quiera).
O Rusia obtiene un acuerdo permanente para hacer que Sebastopol se vuelva territorio ruso, como el acuerdo que Estados Unidos tiene con la Bahía de Guantánamo en Cuba. De cualquier manera, Rusia niega que haya tenido un plan para todo esto incluso cuando las misteriosas tropas en la península desaparecieron, el resto del mundo se queja y Ucrania regresa para tratar de pagar sus deudas.
Rusia avanza
No contento con Crimea y deseoso de mostrar a Kiev con quién están lidiando, los rusos acechan alrededor de la frontera y toman la mayor parte del este de Ucrania. Nadie sabe si este es parte de los planes del presidente de Rusia, Vladimir Putin, pero si ocurre… vea la opción 1.
El mundo de Occidente se mete a la jugada
La Casa Blanca pretende querer un esfuerzo unificado en la que las naciones alrededor del mundo usen sus fuerzas políticas y económicas para castigar a Rusia y dejan triunfante al nuevo gobierno ucraniano.
El problema es que varios países grandes se muestran renuentes a tomar esa vía, y a menos de que todos estén en la misma página, cualquier sanción sería debilitada. Y aunque fue golpeada fuertemente en 2008 por la recesión, Rusia no es Siria, Irán o Corea del Norte. Esta es una gran nación que raramente podría ser adelgazada ante cualquier monto de presión.
Hay muchas otras posibilidades, pero la sabiduría convencional dice que estas son las opciones más viables en este momento.
¿El peligro más grande? Todos están equivocados… y algunas opciones no previstas e incontrolables emergen, haciendo que la situación empeore.

miércoles, 5 de marzo de 2014

¿Qué pasa en Ucrania? Depende a quien le preguntes

¿Qué pasa en Ucrania? Depende a quien le preguntes
 
 
Por Catherine E. Shoichet
 
(CNN) — Las tensiones se intensifican mientras aumenta la presencia de las tropas rusas en la península de Crimea, en Ucrania y los líderes del mundo presionan para encontrar una solución diplomática a la crisis que empeora.
Mientras que a raíz de la situación en todo el mundo se trazan las líneas de las batallas ideológicas, los líderes muestran un panorama radicalmente diferente de la realidad en el terreno.
Estos son algunas de las controversias y un panorama de la influencia de los personajes clave:
¿Quién está a cargo en Ucrania?
La postura de Rusia: Viktor Yanukovych sigue siendo el líder electo de Ucrania y que el nuevo gobierno de Ucrania es ilegítimo. El enviado ruso a Naciones Unidas, Vitaly Churkin, dijo que era una "toma armada de parte de los radicales extremistas".
Ucrania afirma que tiene un gobierno legítimo y celebrará elecciones presidenciales el 25 de mayo. "Demos una oportunidad para que eso funcione", dijo Yuri Sergeyev, embajador de Ucrania ante la ONU.
La postura de Estados Unidos: Yanukovych abandonó su cargo el mes pasado, huyó del país y luego el Parlamento democráticamente electo de Ucrania votó por su remoción.
¿Cuántos soldados rusos hay en Ucrania?
La postura de Rusia: Rusia no ha indicado cuántos soldados ha enviado a Ucrania.
La postura de Ucrania: Rusia ha enviado buques militares, helicópteros y aviones de carga para desplegar 16,000 soldados en Crimea desde el 24 de febrero, según dijo Sergeyev en la ONU el lunes.
La postura de Estados Unidos: Las fuerzas rusas "tienen un control operativo total de la península de Crimea", según dijo a CNN un alto funcionario del gobierno estadounidense; se calcula que en la región hay unos 6,000 elementos de las fuerzas navales y terrestres rusas.
¿Las tropas rusas tienen derecho a estar en Crimea?
Rusia cree que sí. Ambas naciones celebraron un tratado que permite que Rusia tenga hasta 25,000 solados en Crimea, dijo el enviado ruso a la ONU el lunes; agregó que Yanukovych solicitó a Rusia que enviara fuerzas militares.
Ucrania afirma que no. Las tropas rusas que se acumulan en Crimea y cerca de la frontera con Ucrania son un "acto de agresión".
Estados Unidos señala que no y que el presidente de Rusia, Vladimir Putin, está jugando un juego peligroso. Las consecuencias de la acción militar "podrían ser devastadoras", dijo el lunes la embajadora de Estados Unidos ante la ONU, Samantha Power.
¿Por qué se está desarrollando este tenso enfrentamiento en este momento?
Rusia señala que su Parlamento aprobó la orden que Putin dio de usar la fuerza militar para proteger a los ciudadanos rusos que se encuentran en la península de Crimea.
Ucrania señala que no hay pruebas de que los rusos que se encuentran en Ucrania estén bajo amenaza alguna. Rusia quiere anexionarse Crimea.
Estados Unidos señala que Rusia está reaccionando a sus propios resentimientos históricos respecto a Ucrania, Crimea y el lugar que ocupan en la esfera de influencia del gobierno ruso, de acuerdo con un alto funcionario de la Casa Blanca. Rusia teme que Ucrania quede bajo la influencia de Europa o de Occidente, según dijo el funcionario a CNN el lunes.
Jim Acosta y Dana Ford contribuyeron con este reportaje

domingo, 2 de marzo de 2014

EE UU sube el tono y amenaza a Rusia con su expulsión del G-8


Por Washington          
 
Kerry, durante la rueda de prensa. / MICHAEL REYNOLDS (EFE)
Durante una llamada de 90 minutos, el presidente de Estados Unidos, Barack Obama, trazó a su homólogo ruso, Vladimir Putin, el horizonte de consecuencias que podrían derivarse si no cejaba en su empeño de intervenir militarmente en Ucrania. A la ausencia de la cumbre del G-8, que se celebrará en Sochi el próximo mes de junio, el mandatario estadounidense sumó la amenaza de un aislamiento económico y político que, este domingo, el secretario de Estado, John Kerry, ha concretado un poco más, planteando una potencial suspensión de Moscú del G-8.
La falta de claridad y contundencia en la respuesta internacional deja en evidencia la parca influencia y el escaso margen de maniobra de las potencias ante un país determinante en el ajedrez geopolítico mundial. Sin embargo, a lo largo del domingo Washington ha estado moviendo todos sus hilos diplomáticos en su empeño por tratar de aislar a Rusia. El presidente Obama ha mantenido conversaciones telefónicas con sus homólogos británico, alemán y polaco y, al final de la tarde, los miembros del G-7 -Canadá, Japón, Alemania, Gran Bretaña, Francia, Iyalia y EE UU- confirmaban la suspensión de su participación en la cumbre del G-8 de Sochi.
“Si Rusia quiere ser un miembro del G-8 debe comportarse como un país del G-8”, ha reiterado Kerry en distintos programas de televisión. El jefe de la diplomacia estadounidense se mostró a favor de imponer sanciones a Rusia si no daba marcha atrás en sus planes de injerencia en Ucrania, entre ellas, la congelación de activos, castigos comerciales o la prohibición de visados, además de su expulsión del grupo de los países más industrializados del mundo. A lo largo del domingo, se han confirmado también las cancelaciones de varias reuniones de carácter económico que EE UU tenía previsto llevar a cabo en los próximos meses con Moscú.
Si Rusia quiere ser un miembro del G-8 debe comportarse como un país del G-8”
John Kerry
El secretario de Estado insistió en la importancia de que la comunidad y los organismos internacionales ofrezcan una respuesta coordinada al último desafío de Putin. “Creo que eso tendrá un peso importante”, sostuvo.Kerry viajará a Kiev el lunes por la noche y se reunirá con las autoridades ucranias el martes en una muestra del apoyo de EE UU al Gobierno del país y su soberanía ante la amenaza de intervención rusa.
A lo largo de la mañana del sábado, el presidente Obama discutió con la cúpula militar y de inteligencia del país las distintas estrategias para encarar la crisis en Crimea. Se barajaron la cancelación del viaje a Sochi, la suspensión de las negociaciones de acuerdos comerciales, la potencial expulsión de Rusia del G-8 e, incluso, trasladar naves de guerra estadounidenses a la región. Medidas con las que ya amenazó la Administración de George W. Bush durante la guerra de Georgia, en 2008, pero que no disuadieron al Kremlin de sus intenciones en la antigua república soviética.
Washington necesita de Rusia para salvaguardar las negociaciones en torno al programa nuclear de Irán, completar la destrucción del arsenal químico en Siria y garantizar la asistencia material y de seguridad en la retirada de sus tropas y las del contingente de la OTAN de Afganistán. Esta coyuntura obliga a presidente de EE UU a ser extremadamente cuidadoso a la hora de determinar las medidas de presión que pueda ejercer contra Rusia, para evitar perder su apoyo en estas materias.
Una respuesta demasiado tibia, sin embargo, exasperaría a los halcones republicanos, muy críticos con la forma de manejar la política exterior de Obama que consideran débil y dubitativa, y que quedó en cuestión el verano pasado con Siria. El mandatario no puede obviar, tampoco, que su dura advertencia sobre las consecuencias que tendría para Rusia una intervención en Ucrania fue desafiada en cuestión de horas por Putin, poniendo en entredicho su autoridad y la de su país.
La Casa Blanca sopesa, además, la imposición de sanciones económicas que, si no tienen eco en Europa, no harán mella en el Kremlin. Los ministros de Asuntos Exteriores de la UE se reúnen el lunes para abordar la crisis ucrania, los castigos económicos están encima de la mesa, pero, de nuevo, la dependencia energética de Moscú puede anular la influencia con la que Bruselas pudiera contar.
A diferencia de la crisis siria, en el caso de Rusia, Obama no tendrá difícil encontrar respaldo entre el espectro político estadounidense en torno a las decisiones que quiera adoptar respecto de Rusia. Este domingo, el influyente senador republicano, Lindsay Graham, se mostró conforme con la decisión de suspender a Moscú del G-8. “Debería estar apartada del G-8 y del G-20 al menos un año más todo el tiempo que siga ocupando Crimea”, señaló en un programa de televisión. Su colega en la Cámara de Representantes, Eric Cantor, sugirió imponer sanciones y congelar los fondos de los particulares rusos que se entrometan en los asuntos políticos de Ucrania.
El hecho de que EE UU no esté interesado en reeditar la Guerra Fría en el caso de Ucrania, hace que la opción militar quede descartada por el momento, aunque Obama sí ha consultado sobre la posibilidad de enviar naves a la región. Antes de la reunión de urgencia de la OTAN en Bruselas para abordar la crisis ucrania, su secretario general, Anders Fogh Rasmussen, advirtió que Rusia “estaba amenazando la seguridad de Europa”. Sin embargo, el margen de acción de la Alianza también es limitado. Ucrania no es miembro de la organización y, por tanto, no existe, por su parte, obligación de defenderla. Algunos analistas plantean la posibilidad de la OTAN envíe a varias de sus unidades a la frontera entre Polonia y Ucrania, una maniobra arriesgada que alimentaría una tensión que ahora solo se quiere atajar.